En el mes de septiembre hubo en nuestra ciudad un remate judicial en el galpón ubicado hacia el fondo del barrio 20 de febrero, comprando de buena fe el vecino Abel un automóvil por el que pagó poco más de 5 millones de pesos y, luego terminó preso al ser detenido en la vía pública por la Brigada de la policía ya que circulaba en un vehículo robado con pedido de secuestro. Grave error de la justicia.
La noticia de la detención y secuestro fue inclusive parte oficial de la policía, con el conductor detenido al ser descubierto en cercanías de la Terminal de ómnibus de nuestra ciudad con un automóvil con pedido de secuestro al ser denunciado por robo en Buenos Aires. Fue detenido 5 horas hasta que en la comisaría escucharon las explicaciones del caso.
Con libertad mediante, empezó el peregrinar porque tiene causa judicial en contra contando que el rematador una persona de Salta directamente se desentendió del tema y deambula hoy de una oficina judicial a otra para liberarse del problema judicial, mientras ya se encuentra confundido sin saber de pelear porque le restituyan el automóvil o que le devuelvan la plata.
El caso Abel sirve también de alerta para toda la comunidad que va de buena fe a comprar un bien, sea automóvil, motocicleta, herramienta lo que fuera y terminar luego con una causa judicial en contra.