Este año, en nuestra ciudad, se ha ejecutado “Poco y nada” de lo previsto. Se lamenta la paralización de la Ciudad Judicial, las promesas incumplidas de la Planta Depuradora, en el hospital rezando con los tiempos por la instalación del tomógrafo y resonador. La Ruta 50 sigue en mal estado, y las obras en las escuelas, como los tinglados, están pendientes. Entre las excusas de la nueva política nacional y licitaciones van, licitaciones vienen, en Capital sí se ejecutan las obras.
Recientemente, en Salta capital, se inauguró una nueva vía de circulación entre Grand Bourg y la circunvalación Oeste. Esta vía se extiende por casi un kilómetro y medio, desde la avenida del Libertador hasta la rotonda cerca del club Gimnasia y Tiro sobre la circunvalación Oeste. La obra es parte de la red principal de la autopista de circunvalación que rodea la ciudad de Salta y ayudará a descomprimir y agilizar el tránsito en el área metropolitana.
En Orán, este año, sigue la espera por la Ciudad Judicial, la Planta Depuradora, los tinglados y obras en las escuelas, la reparación de la Ruta 50 – Autopista, el puente elevado en Hipólito Yrigoyen, las obras para el tomógrafo y resonador en el hospital, el asfaltado de la calle Dorrego hasta el Centro Modular, entre otras. Estas obras están mencionadas en los presupuestos, pero no se han realizado.
De lo poco que se ha hecho, se destaca el plan de cordón cuneta en los barrios y la remodelación del centro de salud en el barrio Güemes. Y paremos de contar en cuanto a obras de envergadura.
Salta parece estar partida en dos: la capital, con sus nuevas avenidas y luces LED, y el interior, siempre relegado, con una autopista Orán – Pichanal destruida y sin respuestas concretas para su reparación año tras año.